Ese es el significado de Meteora...los que están entre el cielo y la tierra...monasterios suspendidos literalmente en lo alto...
Impresiona acercarse a Meteora y observar allá en lo alto, una sucesión de monasterios grandes y pequeños en los que no se ve el modo de llegar a ellos..
La mañana de la visita, una densa niebla impedía una buena visión del conjunto de peñascos..
Afortunadamente a lo largo del día se abrieron los cielos y pudimos disfrutar plenamente del lugar..
Dada mi afición a las alturas.. lease con ironía please... no las tenía todas conmigo, pues el monasterio a visitar...Gran Meteora, tiene una angosta escalera tallada en la roca, que paso a paso asciende rodeando horribles barrancos..
Sin embargo, lo que en principio era un inconveniente...la niebla...se convirtió en mi gran aliada pues me impedía ver nada y así pude subir y bajar, disfrutando de la visita...
De todas maneras la manera actual de subir, no tiene nada que ver con la que utilizaron durante siglos los monjes..
Ellos tenían un torno en el que enganchaban una larga cuerda al final de la cual, tenían una bolsa de red, en la que ponían mercancías o personas que eran izadas, disfrutando...padeciendo... con la subida vertical hasta el monasterio salvador..
El Gran Meteora se nos ofreció como un lugar muy distante de lo que sería en sus orígenes..
Frente al silencio monacal....el barullo de los turistas
El ambiente recogido de la iglesia con sus iconos, iconostasios y lámparas votivas..un ir y venir de apresurados visitantes..
Una oportuna escapada de las interminables explicaciones de la guía, me permitió disfrutar con más silencio, las diferentes dependencias del monasterio..
El tremebundo osario en el que en ordenadas filas se presentaban las calaveras de los monjes muertos desde la Antigüedad..
El curioso sistema de llamada que tenían, ya que no utilizaban campanas..
Las bien surtidas bodegas en las que se almacenaban todos los útiles que necesitaban para realizar de manera autárquica todas las tareas..
¡ Cualquiera llamaba al carpintero o fontanero de turno a subir hasta allí para las reparaciones !..
La bajada tan temida por mí, resultó mucho más placentera de lo previsto, gracias a la densa niebla..
El segundo monasterio que visitamos Agios Stéfanosnos, era de monjas y afortunadamente era a pie plano, pues han salvado el barranco que lo separaba de otras rocas con un puente...
Curiosa la norma de que las mujeres no pueden entrar si no van con falda larga...
para que ninguna se quede sin entrar, ponen a su disposición toda una muestra de pareos que se prestan a 0 interés..
Despejado el día, pudimos contemplar a placer la magia de este extraordinario lugar